PostHeaderIcon Iglesia Pentecostal Evangelica Misionera

 

» Testimonios

TESTIMONIOS 1
 
En el año 2008 temporada de verano, pude
trabajar con mi hermano como vendedora
en la cual conoci a un hombre el cual
yo le pregunte si el era cristiano yo
podia sentir algo en el, pero como no
estaba sujeta en las manos del señor
no pude imaginar que el era el enemigo
el que me hablaba de se hombre tomo
mi mano y me dijo siente algo
y yo pude sentir algo que se apoderaba
de mi cuerpo, hermanos el enemigo
quiso humillarme diciendo como puedes
andar vendiendo asi cuando siendo
tan joven podrias estar estudiando
o trabajando yo te lo puedo dar me
decia el enemigo atraves de aquel hombre
desde ese momento no pude estar mas tranquila
el cual me lleva a pensar en suicidarme
cual quier cosa que veia yo lo asociaba
con la muerte. estuve mucho tiempo con
esto en mi vida. esta que tuve la oportunidad
de llegar a este lugar sin saber la hermosa
benidción que dios tenia para mi en la escuela dominical
puede estar muy inquieta pórque
lo que habia dentro de mi queria salir arrancando
de ese lugar pero dios no lo permitio asi al
termino de ese culto un hermano me dijo
en la salida del toomple y hermana hai una bendicion
muy grande para usted esta noche y esas palabras
pudieron clavar muy ondo en mi corazón
yo pude sentir que dios estaba hay y le
dije a dios no quiero irme con esto en
mi corazón dios pudo administrar por medio
de nuestro pastor y tambien nuestros hermanos
en el momento que senti las manos de nuestro
pastor y hermanos pude sentir un calor
que bajaba desde mi cabeza algo muy hermoso
entro en mi vida, hera una paz muy grande.. fue como
si hubiera corrido mucho en ese momento
pudiera descarnzar sentir de ios me libera
y me permitio descanza la y gloria
se para dios que vive por los siglos de los siglos
AMEN.
 
 
 
Hna En Cristo
 
Iglesia de Lautaro
 
 
TESTIMONIOS 2
 
 
 
Un día llegando del trabajo con mucho dolor en mi brazo me habían realizado algunos exámenes, era un día martes al entregarme la ecografía el Doctor, el examen arrojó “cortadura de los tendones brazo derecho”.Esto me significaba dejar mi trabajo hacerme un tratamiento muy largo, la recuperación era muy remota con muy poca esperanza de recuperación, Con mucha desesperación llegue a la reunión, le converse a mi Pastor, el me dijo palabras dirigidas por el Señor, que me alentaron a confiar con mucho más FË en aquel que hace posible todas las cosas pasó                                            la semana
 
Llegó el domingo, en el culto de la noche se respiraba un ambiente totalmente Espiritual, las alabanzas, oraciones, cánticos y la Palabra de Dios era predicada de manera directa y precisa donde nos hacía confiar con mucha más fé en el Señor la reunión era maravillosa sentíamos con mucho gozo la presencia de nuestro Salvador, era una reunión tan importante para mi vida ,lo que me hizo olvidarme de la gravedad de mi brazo, que cuando , mi Pastor se dirigió para orar por los enfermos yo empecé a interceder por una hermana que se encontraba enferma, pero mi Dios que sabe y escudriña todas las cosas, aquella oración de fé llegó a mi vida, viene una fuerza sanadora increíble que me hace alzar mi brazo al cielo, y en cada dedo de mi mano inhabilitada entraron como rayos ardientes que llegaron hasta mi brazo, en ese momento el enemigo me quería robar la bendición diciéndome que Dios no había sanado, pero no hice caso a esa voz, Dios me hace proclamar sanidad, en ese momento exclamé con mucha alegría “gracias Señor Tu me sanaste,” “gracias Señor Tu me sanaste.” Nuevamente por asunto de licencia y el trabajo, tenía que ir al Kinesiólogo, me declararon SANA para la gloria de Dios, después de este tiempo creo testificar que lo que hace mi Señor lo hace perfecto alabo a este Sanador divino, que por sus llagas somos curados . Por misericordia mi Señor me dio la oportunidad de contar este testimonio en la Concentración de jóvenes que se realizó en la ciudad de Victoria, fue de mucha bendición, la gloria sea para nuestro amado Salvador.
 
 
 
Hna Alicia Rivera
 
Iglesia de Hualpén.
 
TESTIMONIOS 3
 
 
 
 
 
Mi pequeño hijo Andrés de tan solo 2 años traía consigo una enfermedad congénita, en la cual sus extremidades eran frágiles al igual que su columna vertebral, por lo tanto, en cualquier momento podría fracturarse sin explicación alguna, este era un niño “burbuja” (así se denomina a los niños con esta enfermedad). Un día me acerque a la iglesia que dirige el pastor Marcos Ortiz, la cual visite por un invitación que me hizo una hermana que cuando necesitara algo de Dios siempre estarían las puertas abiertas. Paso el tiempo hasta que un día se agravo mi hijo, por lo cual tuve que llevarlo de urgencia a la clínica francesa, con fiebre, vómitos y malestar general, el medico de turno lo dejo hospitalizado por 4 días. En ese momento el medico que lo trataba se acerco y me dijo: “tu hijo ya no tiene vuelta, llévatelo a casa porque pronto morirá, no sigas gastando dinero en tratamientos porque será en vano”. Después de esa trágica noticia, no encontraba que hacer, tan solo pensaba en lo peor. Mi esposo me insto a que acudiéramos a pedir ayuda en algún otro lugar, fue así como nos acercamos a la iglesia católica; pedí hablar con el cura y me dijeron que viniera al día siguiente por que el estaba durmiendo. Mi desesperación continuaba, mi hijo pronto moriría y yo no podía hacer nada. Nos dirigimos al salón del reino de los testigos de Jehová ubicado en la comuna de Hualpén en donde vivimos, y al estar parada con mi hijo en brazos frente a ese lugar, una voz me dijo: “que haces en este lugar si frente a tu casa hay un pastor, anda a su casa”. Corrí a la casa del pastor y le dije: “por favor ayúdeme mi hijo se va a morir, mi hijo se esta muriendo, póngale su bendición por favor”. El pastor junto a su esposa me acompañaron hasta mi casa, y oraron por mi hijo ungiéndolo además con aceite, y ahí sucedió algo extraño que yo no podía entender, ahora se que era el Espíritu de Dios. Antes de irse el pastor nos aconsejo que oramos al acostarnos y leyéramos en Salmos 34, y así lo hicimos junto a mi esposo. A las 7 de la mañana del día siguiente, Andresito me pide: “mama dame leche, mama dame pan”, yo me levante y me puse a llorar al ver que mi hijo corría de un lado a otro sin ningún problema, la gloria sea para el señor por esto. Nuevamente fuimos al medico y se le hicieron exámenes para ver el progreso de su enfermedad y al ver los resultados el medico extrañado me dijo: “ este niño tiene sus huesos fuertes como un niño de 5 años”, ahí quedaron los exámenes y dineros gastados, solo basto que me entregara en las manos de Dios, para que sanara a mi pequeño. Dios perdono mis pecados y ahora soy su hija, desde ese momento me empecé a congregar en la iglesia, le agradezco infinitamente a Dios por mi hijo y la salvación de mi alma. Bendito sea el señor.
 
 
 
Hna Yasna Rivera Silva
 
Iglesia de Hualpén.
 
TESTIMONIOS 4
 
 
 
 
 
 
 
Fue así que, por muchos meses sufrí de acides estomacal, algo difícil de soportar. Me vi. en la obligación de hacerme ver por un médico y mi diagnostico fue ; “Gastritis aguda “todo me hacía mal no podía comer nada las legumbres, pan caliente, margarina, al final hasta la saliva que tragaba reproducía ese malestar. Fue así que se pidió una misión al lugar de Hualpén y no me interese por ir, pero el Señor por medio de un sueño me amonestó y tuve que anotarme. Alabo a mi Señor por la grande bendición que me tenía en ese lugar en beneficio de mi vida. recordaré que el día 9 de agosto 2007, llegamos en la tarde luego empezó la reunión ,estuvo maravilloso el Señor se hacía presente esa noche se oró por todos los enfermos de diversas enfermedades y allí le pedí al Señor que me sanara que el me ungiera y examinara mi cuerpo de la mollera hasta la planta de los pies, así fue que llegó el día Domingo en la Escuela Dominical se manifestó el poder de Dios grandemente en un hermano y al saludarlo fue como una corriente que me traspasó, alabé a mi Dios por su amor tan grande y su misericordia allí el Señor me hablaba con tanto amor y cariño El me había escuchado mis oraciones, había visto mi humillación. Fue así que cuando llegue a mi casa el día lunes me serví desayuno, y nada me cayó mal, luego almorcé y más tarde la cena y así pasaron los días hasta el Jueves después del culto me serví lentejas y nada me cayo mal así me pude dar cuenta que el Señor me había sanado. La gloria es para mi Dios pasaron los días y nunca más sufrí de esta tormentosa enfermedad deje todos los remedios, ni tampoco fui más a médico, Sólo le pido a mi Dios serle fiel y agradecida hasta cuando el venga
 
 
 
 
 
Hna En Cristo
 
Iglesia de Lautaro

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis